“Construir, habitar y pensar”
Martin Heidegger
El texto “Construir, habitar y pensar” del filósofo alemán Martin Heidegger, expone el habitar como una dimensión superior y trascendente, en la cual coexisten con las nociones del construir y el pensar, esto a partir de la concepción de ser en el mundo. La cual expone como el hombre se mundaniza y se junta con lo otro. Es así que se toma el espacio natural, donde tiene lugar la vida y por ende el habitar, la edificación o el elemento hace presente lo otro o el “algo” y se junta con las experiencias vividas al habitar para transformarlo en "verdad". Heidegger no explica que es el construir, sino la relación de conceptos y su autenticidad.
A través del idioma alemán, Heidegger explica a través de la pobreza interpretativa que se genera en la actualidad, a través de la palabra “bauen” que implica construir, pero no fabricar, pero en la actualidad es utilizado como edificar, y sus derivados de donde proviene la palabra “bin” ser o estar y la relación del construir y el habitar. Es decir, siempre han estado relacionados, aunque las personas tomen estos dos conceptos como diferentes.
El habitar ha sido expuesto como el existir en la tierra, y aunque el construir este relacionado con el habitar, alguien que no sabe habitar o que no habita no podría construir porque la edificación o la obra como ente o cosa se junta con lo otro, con la naturaleza de donde proviene el material por el que está conformado y donde se encuentra ubicado o lo que lo rodea, sin afectarlo, simplemente compaginando entre sí. Ahora bien, si el relaciona el lugar con el espacio, que es un componente esencial, en el cual se habita, el espacio ya existe, está ahí y se puede construir o puede ser habitado por animales, humanos, entre otros, pero el lugar lo otorga la obra.
El habitar no es estar en un espacio inerte, no es estar dentro de una vivienda o una edificación o construcción, sino que el hombre lo hace suyo y le otorga personalidad al usarlo, la construcción (cosa) se juntar con el ser en el mundo, donde caen las decisiones esenciales de la persona y se proyecta sobre la realidad cuando actúa con ella, sin afectar las demás, ya que habitar y construir también es cuidar el espacio o “la cuaternidad”, como el autor lo menciona en el texto. Es decir, el morador entra en un dialogo o relación con la edificación, con las estaciones, la vegetación y los animales, la cotidianidad, entre muchas otras.
Se deben de conocer las necesidades básicas y respetar el entorno, esto lo sabe quién habita, que, si bien ya es una actividad, el construir no sería posible sin conocer el terreno o la afectación de la naturaleza, así mismo una construcción no puede ser construcción sin la interacción de quien la habita. A través de tal exposición Heidegger nos invita a contribuir a una mejor comprensión de los complejos problemas ambientales de la actualidad, teniendo siempre presente los principios de sostenibilidad.
